Objetivo de la Sesión: Esta sesión tiene el
objetivo de entender la organización del trabajo evangelistico de la iglesia en
el aspecto de lidiar con los futuros prospectos para discipulado y membresía de
la iglesia. El segundo objetivo (el cual será compartido entre las tres
secciones prácticas) tendrá la meta de que los equipos aprendan el uso de las
escrituras de una manera práctica en el evangelismo.
Introducción:
Para que un trabajo de evangelismo sea efectivo, el equipo
de evangelismo tiene que tener muy claro el concepto de miembro de la
iglesia. Este concepto es necesario para
poder catalogar a las personas en cuando se trabajan con ellas y así enfocarse
en la meta final de la labor del evangelismo que buscamos en esta iglesia. Los evangelistas han de entender que la meta
principal es llevar a la persona a una relación con Cristo en la cual la
persona venga a ser un miembro activo de la iglesia.
I.
Un Acercamiento al Concepto de Membresía
El concepto de membresía en la iglesia local es básico para
poder hacer un trabajo efectivo en el evangelismo. La razón es porque notamos que hay cristianos
que dicen que alguien recibió a Cristo. Sin embargo, no vemos que esos nuevos
creyentes son sellados hacia el proceso de unirse a una iglesia. La biblia nos dice que la iglesia es un
cuerpo formado por muchos miembros (Rom. 12:4-5); sin embargo, tal pareciera
que en el concepto actual de iglesia, ser miembros no es importante. Como
resultado, muchas iglesias locales no son más que organismos desmembrados.
Muchos por falta de compromiso y otros por falta de salvación, o sea, están en
las iglesias pero no son salvos. O quizás también, están en las iglesias y
son salvos pero viven vidas desobedientes al no comprometerse con la iglesia
local.
Romanos nos enseña que “somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de
los otros (Rom. 12:5).” Cuando no se tiene concepto de membresía
entonces las personas van y vienen, asisten irregularmente; y aún peor, se
olvida que los miembros del cuerpo de Cristo son personas nacidas de nuevo y se
tratan a los conversos como salvos y miembros de la iglesia. Esta manera
de actuar es un tropiezo para el avance del reino de Cristo porque muchos están
visitando las iglesias y se creen que son salvos y no lo son.
Otros son bautizados sin tener concepto de la membresía de
la iglesia, viven vidas que no muestran a Cristo ya que no le rinden cuenta a
nadie por sus acciones. Al nivel de liderazgo esto es también un problema grave
porque a menudo se tienen en las iglesias a personas trabajando que ni siquiera
son miembros. Muchas personas en las iglesias caen en el error de pensar que al
darle un cargo o algún trabajo a una persona que no es miembro de la iglesia
pues le comprometen y puede resultar en algo bueno. La teoría es entendible; sin embargo, la
experiencia lo que demuestra es que cuando esto se hace los problemas aumentan.
II.
¿Cómo catalogamos a las personas con las cuales
trabajamos para poder hacer el trabajo evangelistico más efectivo?
Aquí presento un modelo de categoría de personas
relacionadas con la iglesia que van desde aquellas personas que son conocidas
hasta los líderes de la iglesia. Este es un concepto clásico que directa
o indirectamente, está en las mentes de los pastores e iglesias que toman en
serio el concepto de membresía de la iglesia. Yo considero que este
modelo debe de tenerlo en mente los miembros del equipo evangelistico para poder
ver donde está cada persona que van a alcanzar (Ver figura de las categorías en
el próximo punto)
Gráfico del Proceso de Alcance con las Personas
Presione en la Figura
para que aumente su Tamaño
1.
Conocidos: Estas
son las personas que conocemos. Están en nuestros trabajos, centros estudiantiles,
vecinos, amigos etc.… Si la persona conocida es alguien ya cristiano y miembro
de alguna congregación cristiana pues no hacemos nada al respecto (ver sesión 1
del apéndice F). Pero si no es cristiana, nuestra obligación ante el
Señor es hablarle del Señor e invitarla a la iglesia. Básicamente, los
conocidos (amigos o familiares) que no tienen a Cristo tienen que ser nuestra o
meta para hacer la labor evangelistica evangelismo.
2.
Visitantes: Estas
son las personas que asisten a la iglesia, pero que no son miembros de la
iglesia. En este grupo tenemos amigos y familiares que visitan pero
que no han tomado una decisión por Cristo. Muchos de nuestros
jóvenes están en esta categoría. Nosotros los cristianos tendemos a
tomar a estas personas como de la familia de Cristo en el sentido de que no nos
damos cuenta que aunque están entre nosotros todavía no han hecho una confesión
de Fe. Normalmente la relación con este tipo de persona es hacer lo
posible por que se sientan en casa pero no podemos perder el enfoque de que
necesitan a Cristo.
3.
Candidatos: Los candidatos se dividen en dos
tipos. Primeramente, están los candidatos a Bautismo, los cuales
están en la clase de Bautismo. Esta clase la llamamos discipulado
porque lo es. Hay momentos en que la clase es un discipulado de
uno-a-uno, pero hay momentos en que la clase es un discipulado de grupo. En
segundo lugar están los hermanos que ya son bautizados y que provienen de otras
iglesias. Estos están en la clase de membrecía pero para conocer la iglesia
como tal. Por el momento estamos utilizando el Pacto de la Iglesia
Bautista clásico; aunque eventualmente esta clase incluirá un programa más
intensivo y extensivo del funcionamiento y misión de nuestra iglesia.
4.
Miembros
Inactivos: Los Miembros Inactivos
son los hermanos miembros (o sea, en la lista de miembros) que por diferentes
razones no están activos en la iglesia. Estos pueden ausentarse por
enfermedad, indisciplina y falta de comunión con la iglesia. En un
gran porcentaje, además de las enfermedades, una razón muy fuerte es la
enemistad con la iglesia o con algún hermano de la iglesia. También existen
casos en que viven lejos y no se deciden por un compromiso firme de ser fieles
a pesar de la distancia, o simplemente asisten a otras congregaciones. Este
es un grupo muy difícil para trabajar porque normalmente nos ata un aspecto
emocional en el cual no queremos darle de baja a la persona. Muchos
pastores e iglesias no quieren darle de baja a estos hermanos porque entonces se
disminuye la membrecía de la iglesia lo cual es un mito ya que, de todas
maneras, ellos no están asistiendo. La meta con estos hermanos es
visitarlos y orar por ellos. Se les puede dar un tiempo, pero hay un
momento en que hay que recomendarles que busquen un lugar donde estén activos y
sean de bendición; y reciban bendiciones. Este tipo de miembro
afecta normalmente en la misión de la iglesia local ya que normalmente detienen
sus diezmos y ofrendas, dan un mal testimonio al dar un mensaje de rebeldía a
la iglesia; y por supuesto, no trabajan en la iglesia.
5.
Miembros
Activos: Los miembros activos son los hermanos que asisten a
las actividades de la iglesia. No están directamente envueltos en un
ministerio, pero asisten regularmente y practican los diezmos y
ofrendas. Con estos hermanos la meta es que se comprometan con el
Señor en la iglesia local en una esfera más profunda donde puedan participar no
solo en el recibir sino en el dar. Cuando decimos dar estamos
refiriéndonos especialmente en la Koinonia. Estos hermanos, como todos los
demás, poseen diferentes dones los cuales pueden poner a disposición del avance
del reino de Cristo en la iglesia local. Básicamente, buscamos que
estos hermanos lleguen a poner en práctica una vida de discipulado que sea
manifiesta en liderazgo.
6.
Líderes: Primeramente definamos a los miembros líderes como los
hermanos de la iglesia que han puesto sus dones al servicio del
Señor. Estos no se han conformado con venir y sentarse en las bancas
de la iglesia. Por tal motivo, los líderes debemos ser hermanos
ejemplos. Estos participan en casi todas las actividades poniendo
ejemplo de lo que es un verdadero discipulado. Ellos se han comprometido a
servir al Señor en algún área de ministerio. Creemos que estos
cristianos han de ser ejemplo en servicio y amor para con la
congregación. Estos son los que sienten más por la obra en la
iglesia local. Con esto no minimizamos a los miembros activos que no
son líderes, pero si queremos enfatizar que estos son los que están poniendo
con fe la mano en el arado. Los líderes también son miembros
comprometidos en todas las áreas de la iglesia, como por ejemplo: crecimiento
espiritual y numérico de la congregación, participación en las actividades y
apoyo a los demás líderes y ministerios de la iglesia. Hemos de
notar que los líderes comprometidos de verdad buscan aprender más y prepararse
más para la obra del Señor, por tal motivo buscan asistir a los estudios
bíblicos de la iglesia. También participan en el ministerio de
oración y ponen sus casas (aunque sabemos que hay excepciones en que esto no es
posible) para que las células tengan un lugar de oración y de alcance
misionero. Es importante notar que los líderes también se
comprometen en los diezmos y ofrendas de la iglesia ya que este es el mecanismo
bíblico para que una iglesia pueda tener entradas que sean utilizadas para el
avance del reino de Cristo.
III.
El Uso de las Escrituras en el Evangelismo (En esta
sección practicaremos los unos con los otros)
1.
Comience con una invitación para alguna
actividad de la iglesia (culto de adoración, escuela dominical, campaña,
actividad de jóvenes, células de oración etc.) o una pregunta
a.
Uso de la Información del Visitante y la
llamada telefónica
b.
Invitación a la iglesia
c.
Pregunta:
1)
¿Es usted salvo?
2)
¿Ya usted cree en Cristo?
3)
¿Pudiera orar por usted? (Recuerde
enfocarse en el lenguaje de hablar con Dios?
d.
El Plan de Salvación (Ver sesión 4 para este punto).
1)
Pecado
y separación de Dios y el hombre:
§
Rom. 5:1 “Por tanto,
habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo”
§
Romanos 3:23, “por
cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios,”
§
Ecc. 7:20, “Ciertamente
no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.”
§
Juan
1:8, ““Si decimos que no tenemos pecado,
nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.”
2)
Arrepentimiento (Después que la persona
reconoce el pecado viene el arrepentirse)
§ Isa. 1:18, “Venid ahora, y razonemos dice el SEÑOR
aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos;
aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán.”
§ Rom. 6:23, “Porque la paga del pecado es muerte, pero
la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
§
Rom.
5:8 “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.”
§
2
Cro. 5:14 “y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran,
buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los
cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra.”
§ Rom. 10:9 “que si confiesas con tu boca a Jesús por
Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás
salvo;”
3)
Debe creer que Jesucristo es el único
que puede salvarle de la condenación eterna.
§ Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna;
pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios
permanece sobre él.”
4)
Invite a recibir a Cristo quien da vida
eterna
§ Juan 1:12 “Pero a todos los que le recibieron, les dio
el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su
nombre,”
§ 1 Juan 5:11-12 “Y el testimonio es éste: que Dios nos
ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. 12 El
que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la
vida.”
§ Juan
10:28 "...y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las
arrebatará de mi mano."
5)
Utilice una historia Bíblica si puede.
Es
más efectivo utilizar una historia bíblica para mantener la atención del
oyente. Dos historias clásicas que recomiendo que dominemos bien y la
utilicemos son: (1) El encuentro de Jesús con Nicodemo: Juan
3:2-21; y (2) El encuentro de Jesús con la Mujer Samaritana: Juan 4:5-29