Sesión 14: Entendiendo la Organización del Ministerio de Evangelismo en la Iglesia Local

Objetivo de la Sesión: Esta sesión tiene el objetivo de entender la organización del trabajo evangelistico de la iglesia en el aspecto de lidiar con los futuros prospectos para discipulado y membresía de la iglesia. El segundo objetivo (el cual será compartido entre las tres secciones prácticas) tendrá la meta de que los equipos aprendan el uso de las escrituras de una manera práctica en el evangelismo. 

Introducción:
Para que un trabajo de evangelismo sea efectivo, el equipo de evangelismo tiene que tener muy claro el concepto de miembro de la iglesia.  Este concepto es necesario para poder catalogar a las personas en cuando se trabajan con ellas y así enfocarse en la meta final de la labor del evangelismo que buscamos en esta iglesia.  Los evangelistas han de entender que la meta principal es llevar a la persona a una relación con Cristo en la cual la persona venga a ser un miembro activo de la iglesia.

I.             Un Acercamiento al Concepto de Membresía 

El concepto de membresía en la iglesia local es básico para poder hacer un trabajo efectivo en el evangelismo.  La razón es porque notamos que hay cristianos que dicen que alguien recibió a Cristo. Sin embargo, no vemos que esos nuevos creyentes son sellados hacia el proceso de unirse a una iglesia.  La biblia nos dice que la iglesia es un cuerpo formado por muchos miembros (Rom. 12:4-5); sin embargo, tal pareciera que en el concepto actual de iglesia, ser miembros no es importante. Como resultado, muchas iglesias locales no son más que organismos desmembrados. Muchos por falta de compromiso y otros por falta de salvación, o sea, están en las iglesias pero no son salvos. O quizás también, están en las iglesias y son salvos pero viven vidas desobedientes al no comprometerse con la iglesia local.
Romanos nos enseña que “somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros (Rom. 12:5).” Cuando no se tiene concepto de membresía entonces las personas van y vienen, asisten irregularmente; y aún peor, se olvida que los miembros del cuerpo de Cristo son personas nacidas de nuevo y se tratan a los conversos como salvos y miembros de la iglesia.  Esta manera de actuar es un tropiezo para el avance del reino de Cristo porque muchos están visitando las iglesias y se creen que son salvos y no lo son. 
Otros son bautizados sin tener concepto de la membresía de la iglesia, viven vidas que no muestran a Cristo ya que no le rinden cuenta a nadie por sus acciones. Al nivel de liderazgo esto es también un problema grave porque a menudo se tienen en las iglesias a personas trabajando que ni siquiera son miembros. Muchas personas en las iglesias caen en el error de pensar que al darle un cargo o algún trabajo a una persona que no es miembro de la iglesia pues le comprometen y puede resultar en algo bueno.  La teoría es entendible; sin embargo, la experiencia lo que demuestra es que cuando esto se hace los problemas aumentan.

II.            ¿Cómo catalogamos a las personas con las cuales trabajamos para poder hacer el trabajo evangelistico más efectivo? 

Aquí presento un modelo de categoría de personas relacionadas con la iglesia que van desde aquellas personas que son conocidas hasta los líderes de la iglesia.  Este es un concepto clásico que directa o indirectamente, está en las mentes de los pastores e iglesias que toman en serio el concepto de membresía de la iglesia.  Yo considero que este modelo debe de tenerlo en mente los miembros del equipo evangelistico para poder ver donde está cada persona que van a alcanzar (Ver figura de las categorías en el próximo punto)

Gráfico del Proceso de Alcance con las Personas

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Explicación de las Categorías que aparecen en el Gráfico:
 

1.    Conocidos: Estas son las personas que conocemos.  Están en nuestros trabajos, centros estudiantiles, vecinos, amigos etc.… Si la persona conocida es alguien ya cristiano y miembro de alguna congregación cristiana pues no hacemos nada al respecto (ver sesión 1 del apéndice F).  Pero si no es cristiana, nuestra obligación ante el Señor es hablarle del Señor e invitarla a la iglesia.  Básicamente, los conocidos (amigos o familiares) que no tienen a Cristo tienen que ser nuestra o meta para hacer la labor evangelistica evangelismo. 

2.    Visitantes: Estas son las personas que asisten a la iglesia, pero que no son miembros de la iglesia.  En este grupo tenemos amigos y familiares que visitan pero que no han tomado una decisión por Cristo.  Muchos de nuestros jóvenes están en esta categoría.  Nosotros los cristianos tendemos a tomar a estas personas como de la familia de Cristo en el sentido de que no nos damos cuenta que aunque están entre nosotros todavía no han hecho una confesión de Fe.  Normalmente la relación con este tipo de persona es hacer lo posible por que se sientan en casa pero no podemos perder el enfoque de que necesitan a Cristo. 

3.    Candidatos: Los candidatos se dividen en dos tipos.  Primeramente, están los candidatos a Bautismo, los cuales están en la clase de Bautismo.  Esta clase la llamamos discipulado porque lo es.  Hay momentos en que la clase es un discipulado de uno-a-uno, pero hay momentos en que la clase es un discipulado de grupo. En segundo lugar están los hermanos que ya son bautizados y que provienen de otras iglesias. Estos están en la clase de membrecía pero para conocer la iglesia como tal.  Por el momento estamos utilizando el Pacto de la Iglesia Bautista clásico; aunque eventualmente esta clase incluirá un programa más intensivo y extensivo del funcionamiento y misión de nuestra iglesia.

4.    Miembros Inactivos: Los Miembros Inactivos son los hermanos miembros (o sea, en la lista de miembros) que por diferentes razones no están activos en la iglesia.  Estos pueden ausentarse por enfermedad, indisciplina y falta de comunión con la iglesia.  En un gran porcentaje, además de las enfermedades, una razón muy fuerte es la enemistad con la iglesia o con algún hermano de la iglesia. También existen casos en que viven lejos y no se deciden por un compromiso firme de ser fieles a pesar de la distancia, o simplemente asisten a otras congregaciones.  Este es un grupo muy difícil para trabajar porque normalmente nos ata un aspecto emocional en el cual no queremos darle de baja a la persona.  Muchos pastores e iglesias no quieren darle de baja a estos hermanos porque entonces se disminuye la membrecía de la iglesia lo cual es un mito ya que, de todas maneras, ellos no están asistiendo.  La meta con estos hermanos es visitarlos y orar por ellos.  Se les puede dar un tiempo, pero hay un momento en que hay que recomendarles que busquen un lugar donde estén activos y sean de bendición; y reciban bendiciones.  Este tipo de miembro afecta normalmente en la misión de la iglesia local ya que normalmente detienen sus diezmos y ofrendas, dan un mal testimonio al dar un mensaje de rebeldía a la iglesia; y por supuesto, no trabajan en la iglesia.   

5.    Miembros Activos: Los miembros activos son los hermanos que asisten a las actividades de la iglesia.  No están directamente envueltos en un ministerio, pero asisten regularmente y practican los diezmos y ofrendas.  Con estos hermanos la meta es que se comprometan con el Señor en la iglesia local en una esfera más profunda donde puedan participar no solo en el recibir sino en el dar.  Cuando decimos dar estamos refiriéndonos especialmente en la Koinonia. Estos hermanos, como todos los demás, poseen diferentes dones los cuales pueden poner a disposición del avance del reino de Cristo en la iglesia local.  Básicamente, buscamos que estos hermanos lleguen a poner en práctica una vida de discipulado que sea manifiesta en liderazgo.  

6.    Líderes: Primeramente definamos a los miembros líderes como los hermanos de la iglesia que han puesto sus dones al servicio del Señor.  Estos no se han conformado con venir y sentarse en las bancas de la iglesia.  Por tal motivo, los líderes debemos ser hermanos ejemplos.  Estos participan en casi todas las actividades poniendo ejemplo de lo que es un verdadero discipulado. Ellos se han comprometido a servir al Señor en algún área de ministerio.  Creemos que estos cristianos han de ser ejemplo en servicio y amor para con la congregación.  Estos son los que sienten más por la obra en la iglesia local.  Con esto no minimizamos a los miembros activos que no son líderes, pero si queremos enfatizar que estos son los que están poniendo con fe la mano en el arado.  Los líderes también son miembros comprometidos en todas las áreas de la iglesia, como por ejemplo: crecimiento espiritual y numérico de la congregación, participación en las actividades y apoyo a los demás líderes y ministerios de la iglesia.  Hemos de notar que los líderes comprometidos de verdad buscan aprender más y prepararse más para la obra del Señor, por tal motivo buscan asistir a los estudios bíblicos de la iglesia.  También participan en el ministerio de oración y ponen sus casas (aunque sabemos que hay excepciones en que esto no es posible) para que las células tengan un lugar de oración y de alcance misionero.  Es importante notar que los líderes también se comprometen en los diezmos y ofrendas de la iglesia ya que este es el mecanismo bíblico para que una iglesia pueda tener entradas que sean utilizadas para el avance del reino de Cristo. 

III.           El Uso de las Escrituras en el Evangelismo (En esta sección practicaremos los unos con los otros) 
1.    Comience con una invitación para alguna actividad de la iglesia (culto de adoración, escuela dominical, campaña, actividad de jóvenes, células de oración etc.) o una pregunta
a.    Uso de la Información del Visitante y la llamada telefónica 
b.    Invitación a la iglesia
c.    Pregunta:
1)    ¿Es usted salvo?
2)    ¿Ya usted cree en Cristo?
3)    ¿Pudiera orar por usted? (Recuerde enfocarse en el lenguaje de hablar con Dios?
d.    El Plan de Salvación  (Ver sesión 4 para este punto). 

1)      Pecado y separación de Dios y el hombre: 
§  Rom. 5:1 “Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”
§  Romanos 3:23, “por cuanto todos pecaron y no alcanzan la gloria de Dios,”
§  Ecc. 7:20, “Ciertamente no hay hombre justo en la tierra que haga el bien y nunca peque.”
§  Juan 1:8, “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.” 
2)      Arrepentimiento (Después que la persona reconoce el pecado viene el arrepentirse) 

§  Isa. 1:18, “Venid ahora, y razonemos dice el SEÑOR aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, como blanca lana quedarán.”
§  Rom. 6:23, “Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
§  Rom. 5:8 “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”
§  2 Cro. 5:14 “y se humilla mi pueblo sobre el cual es invocado mi nombre, y oran, buscan mi rostro y se vuelven de sus malos caminos, entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré su pecado y sanaré su tierra.”
§  Rom. 10:9 “que si confiesas con tu boca a Jesús por Señor, y crees en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo;” 
3)      Debe creer que Jesucristo es el único que puede salvarle de la condenación eterna.  

§  Juan 3:36 “El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.”  

4)      Invite a recibir a Cristo quien da vida eterna

§  Juan 1:12 “Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre,”
§  1 Juan 5:11-12 “Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. 12 El que tiene al Hijo tiene la vida, y el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.” 
§  Juan 10:28 "...y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano."  

5)       Utilice una historia Bíblica si puede.   

Es más efectivo utilizar una historia bíblica para mantener la atención del oyente. Dos historias clásicas que recomiendo que dominemos bien y la utilicemos son: (1) El encuentro de Jesús con Nicodemo: Juan 3:2-21; y (2) El encuentro de Jesús con la Mujer Samaritana: Juan 4:5-29